El vino - rituales y fiesta

El vino es un líquido con contenido alcohólico y valor cultural y simbólico, que resulta de la trituración de las uvas, de su fermentación química, almacenamiento y tratamiento posterior. Este es otro de los productos naturales que integra la “trilogía sagrada” de las culturas mediterráneas.
 
Los fenicios, griegos y romanos  que habitaban las riberas del Mediterráneo introdujeron el vino en la Península Ibérica, transportándolo en los navíos dentro de  ánforas, para su utilización en festividades y rituales. Dionisio era el Dios griego del vino y Baco el de los romanos.
 
La viña fue también introducida y cultivada en los territorios ocupados. Los romanos plantaron extensos viñedos en sus “villae” en el sur de Portugal, como en Milreu en el Algarve y probablemente también en Balsa. Durante el periodo islámico (Siglos VII a XIII) siguió produciéndose el vino en la Península a pesar de las restricciones de índole religiosa.
 
Con origen en la tradición  ritual judaica, el uso del vino en la eucaristía católica simboliza la sangre de Cristo.
 
El Algarve fue famoso a lo largo de los siglos por la calidad de sus vinos y de las pasas de uva. La producción de vinos incluye  varias fases: plantación, tratamiento y poda de las viñas, vendimia, molturación de las uvas, decantación y fermentación y embotellado.
 
Muchas fiestas populares portuguesas coinciden con el periodo de la vendimia y el “São Martinho” se celebra con “magostos” y pruebas de “vino nuevo”.
 
Portugal produce muchas variedades de vinos: vinos verdes, blancos, tintos, espumosos, enriquecidos. Actualmente es uno de los grandes productores y exportadores mundiales, y sus vinos son reconocidos y premiados  internacionalmente gracias a  su alta calidad.