Aunque el Algarve tiene hoy su imagen asociada a los huertos de cítricos, en las zonas secas y soleadas surgen muchas higueras, almendros y algarrobos que constituyen el tradicional “cultivo leñoso de secano”.
Con extensas áreas de higueras el Algarve exportó durante siglos higos secos, que tuvieron gran importancia en la economía regional. Los almendros, floridos en el inicio de la primavera, cubrían amplias áreas y fueron en la primera mitad del siglo XX tema de postales de la región algarvía y motivo de visitas al sur de gentes de todo el país.
Sus frutos, las almendras, se utilizan para fines culinarios, sobre todo en la elaboración de dulces, y también para fines terapéuticos y en la cosmética. El fruto del algarrobo, la algarroba, se utiliza como harina en piensos de animales, como sucedáneo en la la fabricación de chocolate, en los aguardientes, jarabes de azúcar, gominolas, productos farmacéuticos y en la jardinería.
En la tradición popular los frutos secos, sobre todo el higo y la almendra, están ligados al Día de Todos los Santos. El higo, según la Tora, forma parte de los siete alimentos que crecen en la Tierra Prometida. Según la Biblia, Adán se tapaba con la hoja de la higuera.
Los huertos de cítricos abundan en el Algarve. La naranja dulce fue traída en el siglo XVI desde China a Europa por los portugueses. Son denominadas “portuguesas” en varios países, especialmente en los Balcanes.